miércoles, 2 de marzo de 2011

La cita.

         Toda la intensidad
 de un día centrado en un encuentro
acabó diluida en poemas.

         La cita gastronómica pasó,
tan fugaz,
como el minutero burla
la esfera de las inertes horas.

         La tarde asomó entonces
cargada de versos sueltos
entrelazados con aromas a café
                            e incienso quemado.

         Y nos abrazó la noche,
sigilosa,
con la llegada de este último verso
quedándose entre nosotros ancladas
la noche
                                      y la poesía.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

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