lunes, 31 de enero de 2011

Para Agua de Lluvia, amiga virtual.

Agua de lluvia, así te autonominas
Gentileza, gratitud, grandeza y gozo
Un sinfín de gotas suspendidas
A la espera de que llegue tu alborozo.
Déjame sumirme en un sollozo
Entretanto unas nubes perdidas
Lloran y empapan su embozo,
Levantan el vuelo aturdidas.
Ubérrima la tierra te sonríe
Vida eres, venero y manantial,
Ingente depósito aluvial
Agradecida la tierra te recibe.

sábado, 29 de enero de 2011

Planto a Jordi Arrúe (Ex-Presidente de Font d’Art)

Siempre fuiste cuenco cristalino,
depósito de esencias y sonrisas,
cúpula de frescos florentinos,
nebulosa que un invierno
arrastró en sus brisas.

Ese tufo que palpa este auditorio
hoy envuelto en tan negro brocal
torna mugre, carne de crematorio,
es presencia sórdida en Font d’Art.

Hoy, cenizas que vuelan en la noche
dibujan un espacio de nuevas dimensiones.

Sigues vigilante, atento y orgulloso
sabiendo que tu estela permanece viva
y das aliento al artista en tu reposo
de recreación y nueva perspectiva.

Crear imágenes, seguir unidos
para servir, educar y dar ejemplo
con ello ya vamos bien servidos.

Tú, esa figura tan sin igual y diferente
hoy eres halo tridimensional
que aunque mores en la zona abisal
en Font d’Art está presente.

jueves, 27 de enero de 2011

Para Flor Aquino (amiga virtual)

Décima endecasílaba

Flor Aquino fuiste recomendada
Leyendo un soneto por tu madre
Obelisco surgente en mi piamadre
Revuelto de colores de alborada.

Ahora que es tu pecho mi almohada
Quisiera que esta décima surgiera
Unánime y ufana por doquiera.
Imagina mi más preciada musa
Nuevos versos que llenen esa esclusa
Obviando, si hay dolor, que a ti te hiera.

                                  

Carmen

Corales tiene el mar de mil colores
Al pairo de los pecios de un naufragio
Recuerdos de piratas y traidores
Moviéndose al ritmo de un presagio
Espero que seas tú Carmen querida
Ninfa que me susurre este adagio.

A veces encuentras un alma necesitada de una palabra amable, a veces los ánimos se arrastran cual sierpes escurridizas. Entonces aparece la mano amiga que te anima a continuar vivo.

Al apuntar la mañana,
si te sorprende despierta,
si eres capaz de oler
el frescor de la escarcha
sobre la hierba tierna,
si eres capaz de ver
el sol sin ser cegada,
si eres capaz de ser tú,
vivirás feliz el resto del día.

Cuando te llegue la noche
cierra los ojos.

Las impresiones de tan hermoso día
acompañarán tus sueños
y harás de la felicidad
fiel compañera de viaje
en esta ajetreada vida.

Si el amanecer
te sorprende despierta,
la llegada de la noche,
aún con los ojos cerrados,
te recordará el olor de la escarcha
y te hallará reclinada
con el corazón henchido.

Acróstico a Claudette "Poesía"

Por qué no vivir feliz?
Oscuridad de mirada
Es aún peor que sentir
Sensaciones en la cara
Infringidas por herir
Almas puras de alma clara.

Soneto a Claudia

Soneto con estrambote
(A Claudia Manavella)

Cuál fue el camino que te trajo a mi?
Leyendo poemas que tu alma elevan
Aunque tus suspiros ahogados llegan
Un esbozo de sonrisa intuí
Dime musa qué ves en mi poesía?
Imperfección, trabajo y mucho empeño
Aunque perdiendo mil horas de sueño
Mis sentimientos son pura ambrosía
Al contactar conmigo la sorpresa
Navegante de mares borrascosos
Atracó en mi puerto inesperada
Volando entre nubes de azul turquesa
Envolviendo los cielos más preciosos
Llegaste justamente a la alborada
Llévame sin demora a tu morada
Al amparo silente de tus ojos.

lunes, 24 de enero de 2011

EGRESO, resultado de una noche de cena con los compañeros.

En el cenáculo
el areópago da alojo a Baco
entre vapores de algodón
                                  e hilos proteicos.
El negro matorral boscoso
de ávida calí,
poco antes atusado entre sombras acuáticas,
ofende mi incipiente tonsura.
El viento de una canción
daba a sus cuerpos la cadencia de una lira
                                  entre salsa y rumba
mientras, por una batahola arrastrado,
la epífora ahoga mis órganos ambulatorios
                                  que a la silla me rinden.
Azotan mis oídos
descompasados sones
cuando, desde su bósforo,
emerge una voz almibarada
                                  que a cantar me invita.
Calaveras del lupanar,
ansiosos de un botín no conquistado,
con sus rostros báquicos,
desaparecen por el albañal
                                  mientras cantamos.

Ritmo de Jazz

Está la tierra calada
la luna llena.
Del norte acecha la nube
la luna llena al alto sube.
Resplandece en el plantel
la luna llena.
Va de tienta el maletilla
la luna llena es su mantilla.
Noche de toros, 

de luna llena,
que ilumina la huerta 
la hierbabuena.
Noche, de luna llena
que asustas mi corazón 
sobre la arena.
El romper de las olas 
cierra mi boca
mientras la luna llena 
mi espada toca.
Tiene miedo el caballo 
de entrar al ruedo
de luna llena
que en el albero, 
esta noche de luna
la luna llena 
ha sumido al poeta.
Tu, cantor de la luna:
La luna llena
¿ por qué te asusta ?
¡¡ Súbete a la nube blanca
que trae la ola !!
Vete a navegar con ella
cruzando mares 
de luna llena,
que el vaivén que la mueve
mueve la pluma 
que tu alma lleva.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

Duerme mujer

Duerme mujer
hasta que te acostumbres
a mi compañía
            tan sola, tan salvaje,
hasta que mi presencia te ilumine
o, en mi ausencia,
seas incapaz de contenerte.

Duerme...
pero que tus sueños
cobren vida en mi boca.

Pedro Cera Sánchez, Trinidad.

... habrá sido inútil la espera.


Si me ves oculto entre la noche
bajo el llanto de las nubes
será porque trato de encontrar
una huella de tu lengua
disuelta en mi saliva.

Si  ves que la Luna yace
anclada en mi cabeza
será porque trato de hablar
con los pájaros que hicieron
su nido en tu alma.

Si me ves correr
entre un velo de tinieblas
será para buscar cobijo
en el arco radiante de tu pecho.

Si tus ojos desnudos
no se atreven a mirarme
y al final no te tengo
... habrá sido inútil la espera.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

Destino, amar.


            Como un accidente incruento,
                        [y sin darte cuenta,
irrumpí en tu vida,
me crucé en tu camino
con el único deseo
de hacerte compañía
en este viaje que inicio.

            Para hacerte compañía
he preparado el equipaje;
un equipaje sencillo,
un equipaje de amor,
un equipaje, en fin,
en el que llevo lo necesario
y he descuidado lo demás.

            Para hacerte compañía
a lo largo de esta vida,
(de la vida que nos quede),
te quiero pedir permiso,
ya que he decidido
andar  junto a ti el  camino.

            Y ya, con tu permiso,
me tomo la libertad
de compartir tus alegrías,
tus inquietudes
para, si es posible,
dulcificar contigo
los sinsabores que, por azar,
aparecen ocultos, a veces,
entre los poros del día.

            Para esa compañía
te tiendo también mi mano,
mi mano amiga,
mi mano amable,
la misma que ahora te abraza.

ECOS


Del eco que te llega
sólo conoces su destino.

Conocer su origen...
puede perderte en el tiempo.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

Tu cuerpo.


Conocer tu cuerpo es imposible.

Cualquier detalle, por simple,
consumiría mi vida.

Por eso me quedo
con el dulce sonido de tu voz.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

En soledad.


En el brillo de tus ojos
va reflejada mi pena
por sufrir esta condena
de vivir en soledad.

El aire me lo conoce
cuando he de respirarlo
porque aunque quiera evitarlo
llevo impregnado tu olor.

Mis lágrimas fluyen secas
de regar ese recuerdo
que conmigo va viviendo
y el viento arrastra en sus brazos.

No te dé pena mi pena.
Va en el brillo de tus ojos...
¡ y con tanta soledad !

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

A veces me veo comprometido a hacer regalos a algunos "amigos". En este caso concreto, lo hago con AUSTERIDAD

Perdona, Antístenes
pero me ha dicho tu perro
que ahora vives en un edificio
circundado de ventanas
                 y sin flor alguna.

Tus besos las marchitaban...
                            con su veneno.

Perplejidad

Pobre navegante:
Creía haber dejado
sus escasas palabras
ancladas en un océano de tierra.

La realidad llegó a iluminar
                                 (con el tiempo)
                                        su confusión.

Solo era una hoja de papel
                             ... reciclado.

Quiero contarte un cuento.


Capítulo primero:

Escribir es muy fácil
si posees las palabras adecuadas.

Segundo capítulo:

Escribir es muy difícil
cuando no tienes nada que decir.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

Celos de ti.


Noto tus ojos desnudos
cuando me miras
y siento
como tus manos están
huérfanas de mi cuerpo.

Noto que tu mirada
es un crepitar de luz
en otros ojos...

Pero
no me digas
que la lava rugiente
de tus manos
se fundirá en el frío de otra piel.
Entonces remontaré
las aguas dormidas
de esos gélidos ríos
para llegar ante ti
                     y morir
                               de pie,
                          como un árbol.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

Pasado. Futuro. PRESENTE.


CONJUGACIÓN

He olvidado tanto pasado
que vive oculto en el tiempo
y no puedo recordar.
Son rústicas hojas, enmohecidas,
que andan perdidas en el desván.
                     
La ceguera de un futuro, confuso,
me impide adivinar dónde
habrán de morir mis pasos
                             o mi mirada.
Es un cúmulo de hojas en blanco,
                             sin encuadernación.

Necesito vivir este presente
hoy, ahora...  ¡ya!
y escribir el más hermoso libro
jamás pensado
con las formas de tu silueta
y la poesía de tu mirada
antes de que la débil cinta roja
que nos sostiene a la vida
quiebre en mil trozos.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

Habré hallado el verso.


                 Sé que me llevas a juicio,
querido lector,
y sé, igualmente,
que tengo el juicio perdido.

             No habrán de valer mis alegaciones
ante tal instancia.

             Pero, con inaudible balbuceo
 quiero decir,
                   (en mi defensa)
que, si un día llegaras a encontrar el poema,
desoiré tu veredicto:
                  
             El poeta,
habrá hallado el verso.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

El eco de tu sonrisa


Como iris errante,
                   sin destino, sin fe,
he cruzado esta vida
buscando el eco de tu sonrisa,
con la ceguedad única
de hallarla en los labios de un niño,
en el canto de un ave prisionera,
en el ritmo del aire...
hasta que mecido por un baile de luces,
elevado sobre mil ramos de amapolas,
noté cómo la fuerza de un toro hostil
me arrastró en el camino
                   (ciego y sin retorno)
del destino                    
a la brevedad inapelable
de tu presencia.

El velo de la noche
no me impidió ver
la transparencia de tu alma.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

El poder de un saludo


Hoy he conocido
el color de la ignorancia.

Ha desfilado ante mí,
despótica, arrogante, ufana,
confundida entre el rumor
del canto del silencio,
cargada con el brillo de unos lienzos
manchados de pinceladas incoloras,
ausente de las manos del artista
que sueña los colores del arco iris,
ansiosa de la luz
de un plácido amanecer
que aguarda, que no llega...

Hasta tal punto me he sentido confundido
que he llegado a gozar, por instantes,
de esa visión acromática.

El cotidiano saludo matutino
                                    de un amigo
ha conseguido devolverme la sonrisa
y disipar el rictus que abarcaba
toda la superficie de mi rostro.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

... unos pétalos volando


Cómo disfruta la rosa
la mirada del clavel
cuando la mira de noche
pensando que no la ve.
Erguido sobre su tallo
aguanta la noche entera
mirando el agua del charco
en el que ahoga su pena.
Y la rosa disfrutando
se acuesta y duerme segura
que está el clavel vigilando
porque la noche está oscura.
Con la llegada del día
se lava con el rocío
que en su cáliz retenía
y el clavel, mirando el charco
en el que el agua dormía,
se despereza soñando
porque entre sueños veía
unos pétalos volando
sobre la charca tan fría,
con el agua conversando
por si al clavel conocía.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

Cárcel de cristal


La atmósfera grisácea
y húmeda del baño
afloró todo su rubor,
                   de rojo carmín,
ante el espejo.

En su diálogo con el agua,
las imágenes que dormían
en la superficialidad del cristal,
rompieron las ataduras de su cárcel
con la tenacidad de un llanto
                   resbaladizo.

Ya liberadas, las imágenes
recobraron su transparencia
                   y su libertad
escapando al espejo tras de ti
mientras,
                   abandonabas la ducha.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

SORDA CONVERSACIÓN


Tus ojos,
retazos de sueño
descubriendo este mundo,
me observan
                   (sin reconocerme)
y permanecen entreabiertos.

Tu llanto,
como dulce almíbar,
acaricia mis horas de desvelo
que olvidan el paso de la noche al día
                                                      ... y se pierden
confundidas con el rosicler de la mañana.

Tu corazón,
sedientas hojas lobuladas,
se ahoga en la fuente blanca,
                                       (como nieve de enero)
de mi pecho.

Mis ojos,
descargan entonces toda su bondad
en ti, en sorda conversación
que fluye pura
como espuma de la aurora,
como agua que resbala.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

Vieja piel de toro (... a través de la historia)

Estrabón te imaginaba
extendida, piel de toro,
como camisa que cubre tu contorno
                                            y lo abraza,
a modo de vela que surca,
                                               orgullosa,
el Mare Nostrum.

Estrabón te imaginaba
piel de toro recia y dura,
como las montañas que te adornan
con sus áridas cimas.

Estrabón te imaginaba singular
                                                  y única,
punta de lanza hacia el Sur.

Hoy, la historia queda lejos, Estrabón,
y, tal vez, olvidando tu sueño,
queremos volar como cometas
atados a los nervios de tu tela
desmembrada, 
                                           hecha jirones.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

...COMO UNA MIRADA CIEGA.


A mi edad,
la esperanza es como una nube
en levitación constante
sujeta, solamente,
a la ingravidez de una palabra
                                  muda, callada,
a la infinitud de esa mirada ciega
que aportan los años.

En el niño, la esperanza
es una ilusión lúdica
capaz de despreciar
injerencias,
                       palabras,
                                            miradas...

La pérdida de la esperanza,
                                  (a cualquier edad)
aboca a un mundo,
que es infinitamente infinito.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.

TEDIO

Conversar con el espejo
es como lanzar palabras al vacío
en un diálogo con la ausencia.

Es como un bosque talado,
                                       sin árboles.

Es como un folio en blanco,
                                       sin poema.

¿Podrías decirme con exactitud qué somos? No lo tengo claro pero, por Si acaso soy algo...


No soy más que una pobre casa
levantada de adobes
                        junto a una charca.

No soy más que unos ojos
húmedos de cariño.

No soy más que una mirada
clavada en un tiempo
                        sin transcurso.

No soy más que mi pluma,
                        preñada de tinta,
esperando que mi mente
                        esté de parto.

Una casa pobre,
unos ojos,
una mirada, 
una pluma.

No soy más que eso
si acaso soy algo.

Pedro Vera Sánchez, Trinidad.